-Uno… dos… ¿probando? –Dije con fastidio mientras varias personas me miraban desde las mesas –uno dos… dejen propina –todos rieron despacio-uno… dos... la-la-la ¿ya esta? –dije con impaciencia.
-una vez más –respondió Tito quien supuestamente “terminaba” de ajustar el sonido.
-uno, dos ¡ey! –dije al escuchar mi voz, ya que sonaba como si hubiera respirado helio. Todos reían.
-¡Chicos! –dijo Lenny asomándose por la ventana de su oficina.
-lo siento –dijo Tito.
-Tania –me llamo Alexia desde la barra, señalando una bandeja con una orden lista.
-ya voy –dije aliviada de bajar del pequeño escenario, con tantas miradas me siento incomoda.
-no hemos terminado –protestó Tito
-Alexia te ayudara –sugerí.
-Alexia no esta de acuerdo –dijo ella mientras patinaba hacia una mesa.
-¿Cloe? –mire hacia la punta del escenario donde se estaba quitando los patines, ya que su turno terminaba.
-bueno –dijo alegremente –luego quieres que te lleve a…
-sí –dije antes de que terminara la frase –aunque mi turno todavía no termina.
-sabes que él quiere que tú lo ayudes –murmuro Alexia cuando me acerque a tomar la bandeja.
-bueno, tendrá que resignarse –dije tomando la bandeja.
-¿luego del loquero vendrás a ver a las bandas o volverás al internado? –dijo mas despacio aún.
-lo que prefieras tu y Cloe –dije revisando que el pedido estuviera bien.
-Por mí volvemos, aunque Cloe querrá venir.
-vengamos –le guiñe el ojo y patine hasta la mesa 23.
Agradecí que Lenny hubiera agrandado el café, antes patinar entre las mesas sin cruzarte con otro mesero era imposible, ahora casi no los rozaba.
-lo siento por la demora –dije sonriendo mientras llegaba.
-¿abren en las noches? –pregunto uno de los chicos que había pedido waffles. Aunque suene extraño ya que estaba oscureciendo.
-Si –dije concentrándome en no derramar nada.
-¿Sirven tragos o solo es una cafetería? –añadió mas fuerte exigiendo mi atención.
-Si, claro, aunque no mucho, a Lenny prefiere el ambiente “pacifico”, además, hoy es noche de bandas.
-genial –murmuro otro chico.
-¿Algo mas? –dije con prisa. Negaron con la cabeza y me marche.
Entraron nuevos clientes, mire a mi alrededor para ver si alguien mas pensaba atenderlos, no tuve tanta suerte.
-hola, ¿los ayudo en algo? –dije sacando la libreta y el lápiz del bolsillo de mi minifalda.
-un café cortado y… unas donas –se adelanto el chico, al cual ya lo había visto venir algunas veces.
-¿Te conozco? –dijo la chica mirándome extraño.
-No lo sé, ¿has venido antes? –dije extrañada.
-¿no eres Tania-la-tarada? –rió. Me moleste – ¿huerfanita la loquita? –Rió de nuevo, yo ya estaba harta -¿solita estas tany, tany, no te quieren tany, tany, donde esta tu mami, tany, tany? –dijo con una melodía que no había escuchado en años, desde que fui a un colegio cerca de la casa de campo de mis abuelos.
-¿Vas a pedir algo? –dije cortante, note como Alexia comenzaba a hacer sonar los huesos de sus manos. Ella rió -mi nombre es Tania, ¿Vas a pedir algo? –repetí mientras Alexia, con el seño fruncido miraba a la chica.
-cálmate un momento –dijo con una sonrisa –has cambiado mucho… -murmuro mientras me miraba –ya no tienes aparatos, y veo que ya no tienes la cintura de un cuadrado –el chico se puso tenso -¿Cuántos han pasado, cinco años?
-más o menos –gruñí -¿Vas a pedir algo?
-¿sigues estando sola? –dijo. Fue el colmo, o al menos para Alexia.
-¿herir a las personas es divertido? –dijo Alexia. La chica se puso seria –si no pides tu maldita orden averiguare que tan divertido es.
-¿tienen que defenderte? –Dijo mirándome –morenita –dijo con desprecio volteándose hacia Alexia -es mejor que no te metas.
-¿morenita? –repitió despacio Alexia echa una furia -¿me vez cara de Michael jackson? Mi color no se me hace un problema, lo que si es un problema, es la gente como tu.
-¿Vas a pedir algo? –dije empujando a Alexia que apenas se puso en pié con los patines y se alejó de la mesa.
-el tema ya no es contigo loquita –dijo con indiferencia. Acerque mi rostro al suyo, poniendo las manos en la mesa e inclinándome hacia ella.
-o pides algo, o suelto a la bestia –dije -¿crees que Alexia solo habla?
-veo que esta igual de loca que tú –dijo despacio, lo suficiente para que solo yo la oyera -Me voy de este…. –no termino la frase, ya que Alexia se estaba volteando, todavía con los puños cerrados.
Cuando ya se marcho, Alexia entro a la oficina de Lenny, era una suerte que nos diera la autorización para trabajar en el Café de su tío (Lenny).
Me hirió escuchar aquella chica, y aquella canción, ya que malos recuerdos la acompañaban, pero no pensaría en eso, hoy tengo una cita con Simón (el loquero) y no creo que sea bueno que me vea afectada, ya que suele exagerar cualquier tipo de “suceso-no-feliz” que me ocurre, por no decir que llevo años tratando de convencerlo de que ya eh superado cualquier tema relacionado con “ser huérfana”, cosa que ni el ni mi abuelo creen, da igual, solo son… recuerdos, ya no pueden afectarme… no pueden, no pueden.
-no pueden –como una boba pensé en voz alta.
-¿no puedo…? –dijo el chico que seguía sentado.
-no puedes estar con gente como ella –invente rápidamente.
-lo sé, esta era nuestra “primera cita” –rió.
-vaya… lo siento –dije rápidamente.
-no…no fue tu culpa ella---
-entonces un café cortado y unas donas –cambie de tema.
-y el numero de tu amiga –rió.
-¿Alexia? –el asintió. Me sorprendió, Alexia no ha salido con nadie en unos dos meses, luego que rompió con su novio.
-o quizás algo mejor –sugerí.
Patine hasta chocar torpemente con la puerta de la oficina de Lenny.
-Lenny, ¿me prestas a tu sobrina unos minutos? –Alexia me miro con curiosidad.
-bueno, después hablamos –respondió Lenny.
-¿Qué sucede? –dijo al cerrar la puerta detrás de ella.
-Me debes dinero ¿no es así? –cambio su rostro.
-dije que lo sentía, por ahora no tengo dinero hasta que Lenny pague a fin de mes –se disculpo, al ver mi sonrisa no comprendió.
-sales con él –lo señale con el dedo al tiempo que él se volteaba –por hoy, y no me debes nada -tu turno ya termino, estas libre –dije yo sonriendo.
-te aprovechas de que no necesitas el dinero.
-¿prefieres pagarlo?
-no –gruño. Se dirigió a marcar la ficha de salida. Sonreí ante su derrota… y mi victoria, obviamente.
Me dirigí a la mesa del chico.
-te acompañara, hasta… no lo sé, hasta que ya no te soporte –bromee.
-¿Cómo una sita? –una sonrisa se le escapo.
-algo así… -pensé -¿traigo tu pedido o…?
-esperaré a que ella venga –me interrumpió.
-bueno –mire el reloj –no lo arruines –le guiñe el ojo y fui a marcar mi ficha de salida. Mire a Cloe, quien estaba… bueno, no sé que hacia, pero se que algo con lo cables de un parlante. Ataje a Tito mirándome, justo antes de que se volteara, estaba junto a Cloe.
Alexia me esperaba junto a las fichas.
-¿Cuándo dejaras de ir? –dijo Alexia apoyándose derrotada contra la pared.
-cuando ya no dependa de mi abuelo –dije cansada.
-pero cumples 18 en un año… -protesto al ver como yo me “rendía” en mi lucha contra mi abuelo.
-Sí, pero saldré del internado en 2 años –murmure- si no hubiera repetido ese entupido año… quedaría menos.
-pero quizás no nos hubiéramos conocido –dijo abrasándome.
-¿acaso no lo encuentras guapo? –cambie de tema, mientras miraba al chico que esperaba.
-si… algo –dijo orgullosamente Alexia, no le gustaba admitir que yo tengo razón.
me encantooooooooo , pero nose como se llama la protagonista soy despistada :/ jaaj, espero que subas el siguiente :) quiero saber que pasa! sigo pensando que tienes talento para esto!
ResponderEliminarsigue sonriendoo Ani:)(L)